Si bien en un comienzo nos dirigíamos principalmente al público judío religioso, con el tiempo empezamos a recibir cada vez más consultas de mujeres que llegaban por otros motivos: tratamientos médicos, alopecias, o simplemente por estilo y elección personal.
Hoy, Mila es una marca que acompaña a mujeres muy distintas, con historias únicas, pero con un deseo en común: sentirse bien con su imagen, sin renunciar a la comodidad ni a la autenticidad.
No crecimos en familias ortodoxas, pero cada una, desde su propio recorrido personal, fue eligiendo vivir de forma más conectada con el judaísmo y con una vida moderna-ortodoxa.
En ese proceso, empezamos a cumplir distintos preceptos, entre ellos el de cubrirnos el cabello al casarnos, tal como lo indica la Torá.
Fue en ese momento que surgió la necesidad de usar peluca. Pero como usuarias, nos encontramos con una gran dificultad: no había opciones que nos representaran del todo. Queríamos algo que se sintiera cómodo, natural, versátil — y también que nos guste. Que se vea bien, y que se sienta bien.